jueves, 20 de junio de 2013

TALLER TEMA NRO. 1 MORAL, ÉTICA, IDEOLOGÍA, CONDICIÓN HUMANA Y VALORES HUMANOS EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

Gladys  Molina



.1. ÉTICA Y MORAL EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA



“Moral  es lo que nos permite
ser fieles a nosotros mismos”.
(Jeanne Moreau)


     La ética, proveniente del griego ethikos que puede significar  costumbre, hábito, carácter o disposición,  es un requisito para la vida,  por lo que debe entenderse como parte fundamental de nuestra realidad humana.  La ética determina lo que es permitido, lo bueno y lo malo, y está relacionada con el estudio de la moral.

    Es importante destacar que la ética se compone de principios morales, normas y procedimientos para el análisis de hechos y teorías sobre el significado y sentido de la vida. En lo concerniente, específicamente, a la investigación; según Drane, citado por  Opazo, 2011), la ética  dirige su acción a la generación de objetivos, políticas, leyes y estándares que deben respetarse, debido a que en ella intervienen directamente seres humanos.
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   La moral nos orienta acerca de cuáles acciones son correctas e incorrectas, por ser un conjunto de conjunto de creencias, costumbres, valores y normas de una persona o de un grupo social, que funciona como una guía para obrar.

     La integración de la ética y la moral en los procesos  de investigación educativa demanda un criterio de reflexión sobre la necesidad de actuar sobre la base de los principios, puesto que han surgido una serie de  problemas éticos específicos, dentro de los cuales se destacan: a) la búsqueda desordenada de la competencia, con excelencia como meta a cualquier precio, b)  la existencia de errores científicos generando retractaciones y/o retiro artículos publicados, c) fraudes científicos, d) la adoración de los investigadores por el impacto de sus publicaciones científicas (impactolatría), y d) los conflictos de intereses en la práctica científica, en específico a lo concerniente a conocimientos prohibidos y los conocimientos como mercancías de valor (Muñoz, citado por  Opazo, 2011).


2. ÉTICA Y DE VALORES  RELACIONADOS CON LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA.

“La educación es un
acto de amor, por tanto,
un acto de valor”.
(Paulo Freire)

            Como ya se ha venido dilucidando, la ética –entre otras definiciones- puede interpretarse como el estudio de los derechos y obligaciones de las personas; constituye, además,  una necesidad apremiante en todos los ámbitos de la sociedad y, por ende, dentro de la investigación educativa.  Por su parte, los valores representan las convicciones profundas de los seres humanos. Según Carrillo y Álvarez (1998), los valores son conceptos, en otras palabras, elaboraciones mentales para identificar y expresar cualidades propias de los seres; representan aquello por lo cual el individuo está dispuesto a pagar un precio y sirven a los hombres para rechazar o aceptar su conducta.

      En la actualidad, son muchas las posiciones sobre cuáles son los valores que están relacionados con la implementación de la investigación educativa. En mi opinión, tomo la opinión de Smith (2001), citado por Sañudo (2006), la responsabilidad de los investigadores educativos  puede clasificarse en cuatro grupos: a) responsabilidad hacia la ciencia (hacer  investigación que amplíe el conocimiento o profundice su entendimiento); b) con la  educación y a la sociedad (determinar cómo los resultados son difundidos y usados); c) con los estudiantes en formación (contribuir a la educación de los aprendices o  asistentes en la investigación),  y d) con los participantes en la investigación.

      Además, jamás debe ocultárseles a los participantes la naturaleza de la investigación o hacerles participar sin que lo sepan, tampoco exponerlos a actos que podrían perjudicarlos o disminuir su propia estimación ni invadirles su intimidad, y mucho menos privarlos de los beneficios que les competan.


 3. LA IDEOLOGÍA Y LOS VALORES EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA.


La educación debe mostrar que
 no hay conocimiento que no esté, en algún
grado, amenazado por el error y por la ilusión.
 La teoría de la información muestra que hay
 un riesgo de error bajo el efecto de perturbaciones
 aleatorias o ruidos (noise),
 en cualquier transmisión de información,
 en cualquier  comunicación de mensajes.

(Edgar Morín)

            Una definición somera de  ideología sería  un conjunto de ideas relacionadas entre sí. Todos sabemos que va mucho más allá,  tomando en consideración lo planeado por la sociología del conocimiento; esta se relaciona con el estudio científico de las ideas las ideas (basada, no en principios de fe y autoridad, sino en el conocimiento proveniente de los sentidos humanos) y, en una versión más contemporánea, es un sistema de creencias, valores y actitudes compartidos por los individuos en grupos específicos de la sociedad, (Harré & Lamb, citados por López, C. (2000).

            Por otra parte, los valores operan a escala individual, institucional y de sociedades enteras y, según López, C. (2000), existe una relación de mutua influencia entre los valores individuales y las ideologías prevalecientes en una sociedad determinada. También asevera que la ideología es el puente que une lo macro social con lo micro social (el individuo); y además, incluye sistemas de valores personales, creencias y modos de pensamiento que conducen a la explicación y al cambio del mundo en donde vivimos.

            Sigue afirmando López, C. (2000) que los valores se transmiten, se mantienen y se cambian por intermedio de las ideologías. La ideología, como falsa consciencia, tiene su mejor expresión en tiempo de paz y crecimiento económico; mientras que las diferencias ideológicas encuentran su mayor relevancia para el cambio, en tiempos de presiones sociales y crisis políticas y económicas.

            Morín, citado por Villarroya (2010), sostiene que las ideologías  son sistemas de ideas de naturaleza doctrinaria, que se pretenden absolutas y tienen siempre un componente mítico. Dos rasgos o tendencias las caracterizan de modo especial: la racionalización (todo se explica según su lógica) y la idealización (todo lo real es asimilado/apropiado por su idea). Mediante la racionalización, la ideología integra por la fuerza lo real en la lógica del sistema y se cree que lo posee; mediante la idealización, absorbe para sí la realidad a la que nombra, designa, describe o explica.


            Sustentando el criterio en las aseveraciones de los autores antes señalados, se puede aseverar que los valores y la ideología sesgan la visión del investigador educativo, quien debe ser muy crítico para evitar dicho sesgo y poder lograr una neutralidad ideológica a la hora de su investigación, misión sumamente titánica, debido a que la ideología determina su punto de vista.

            Para cerrar este planteamiento recurro al pensamiento de Morín (1999), la primera e ineludible tarea de la educación es enseñar un conocimiento capaz de criticar el propio conocimiento. Se debe enseñar  a evitar la doble enajenación: la de nuestra mente por sus ideas y la de las propias ideas por nuestra mente. La búsqueda de la verdad exige reflexibilidad, crítica y corrección de errores. El primer objetivo de la educación del futuro será dotar a los alumnos de la capacidad para detectar y subsanar los errores e ilusiones del conocimiento y, al mismo tiempo, enseñarles a convivir con sus ideas, sin ser destruidos por ellas. Reflexión que traslado a la investigación realizada por el profesional de la educación.

                             

4.  ÉTICA, CONDICIÓN HUMANA, VALORES HUMANOS EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA.


"La obra humana más bella
 es la de ser útil al prójimo."
Sófocles


    Hablar de condición humana determina que el ser humano es un complejo individuo cuya conducta psicológica y personal se rige por los sentidos (el cuerpo), donde estímulo es el placer; la imaginación, la felicidad y la conciencia. Este concepto tiene una larga tradición filosófica, la cual expresa una manera de estar en el mundo, viviendo y actuando en él.
            Según Arendt, H. (2009)  “la condición humana no es lo mismo que la naturaleza humana, y la suma total de actividades y capacidades que corresponden a la condición humana no constituyen nada semejante a una naturaleza”, sino que el ser humana está determinado por dos concepciones claves, como lo son su condición y su acción.
            Con esta afirmación, Arendt determina que la esencia del ser humano nace a partir de su vida activa, de su residir en la naturaleza, mediante la construcción  de su  mundo y de su propia historia.
            Por su parte, Riechmann (2001), resalta tres elementos fundamentales de la condición humana, como lo son corporalidad, animalidad y cultura. Primeramente, somos cuerpos dentro de la biosfera y no espíritus accidentalmente ligados a un trozo de materia; en relación con la animalidad, somos animales sociales (simios supersociales, si se quiere una nota de color); por último, somos  seres simbólicos, con una fuerte tendencia a extraviarnos en los laberintos de la cultura.
            Según Morín (1999), la condición humana se fundamenta en cuatro ideas: a) contextualizar al ser humano dentro y fuera del universo; b)   el ser humano es un complejo de relaciones complementarias y antagónicas; c) reconocer la unidad y la diversidad de lo humano, y de)  La imposibilidad de concebir la complejidad humana por medio del pensamiento disyuntivo.
    Morín, a través de estas cuatro condiciones reflexiona sobre la situación del humano como el resultado del cosmos, pero al mismo tiempo su extrañeza ante él. Las partículas de los organismos vivos se formaron a partir de las fuerzas de desorganización y dispersión del universo, es decir la diversidad molecular del cosmos se transformó en una auto-organización viviente, el principio físico y biológico; todo ser vivo lleva el cosmos en sí.
      En el mismo orden de ideas, los valores se consideran cualidades que no tiene existencia tangible, sino virtual; valen como sentimientos, se generan y alojan en conciencia  (Urdaneta, 2009). En cuanto a los valores humanos, se entiende por estos a los conceptos universales, controladores de acción que se encuentran generalizados en las culturas y las sociedades donde existan seres humanos. Profundizando en el tema, González (2001),  afirma que los valores humanos emanan del deseo de ser, de las posibilidades o potencialidades más propias del ser humano, aquellas que lo realizan en su propia “humanidad”.

     En cuanto a lo concerniente a la ética, esta se relaciona directamente con los valores humanos, en tanto que ha sido interpretada como la consideración que se tiene acerca de la forma como afectan las decisiones de unas personas a otras; así como también, como el estudio de los derechos y las obligaciones de las personas, González (2001).

  En el mismo orden de ideas, la ética se asume como la fuerza que les permite a los hombres obrar en lo valioso y operar en el marco de lo socialmente deseable, a través de acuerdos. En consecuencia, los códigos éticos deben utilizarse para frenar las actitudes y conductas no aceptadas por la sociedad, y en el caso que nos compete, en la investigación educativa.

       Siguiendo el planteamiento de Morín, la educación basada en la ética y en la condición y los valores humanos, es capaz de promover un conocimiento para abordar los  problemas globales y fundamentales para alcanzar soluciones parciales y locales, de allí la imperiosa necesidad de incorporarlos en los criterios que se deben manejar cuando se asume el rol de docente investigador.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

ARENDT, H. (2009) La condición humana.  Buenos Aires: Paidos
CARRILLO, A. y ÁLVAEZ, P. (1998). Los valores, El reto de hoy. Editorial Magisterio. Bogotá.
DE LA TORRE, E. y  NAVARRO, R. (1990). Metodología de la investigaciónbibliográfica, archivista y documental. México: Mc Graw –Hill.
FERRER, J. y CLEMENZA, C. (2003). Responsabilidad y Código de Ética en la construcción de organizaciones públicas.  Revista Multiciencias, volumen 3. Nro. 1.
GONZALEZ, J. y LANDA, J. (2001) Los valores humanos en México. México: Siglo XXI.
GUÉDEZ, V. (2004). La Ética Gerencial. Editorial Planeta. Caracas.
LÓPEZ, C. (2000). Valores e Ideología. CICAG, volumen 1, edición 1. Universidad “Dr. Rafael Belloso Chacín”. (En línea). http://www.publicaciones.urbe.edu/index.php/cicag/article/viewArticle/315/659. Fecha de de consulta: 19 de junio de 2013.
MARTÍNEZ, W. y MEJÍAS, B. (2011). ¿Por qué la investigación debe ser un acto ético. Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”.
MORÍN, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. España. Editorial Paidós.
OLIVÉ, LEÓN, (2003) Ética aplicada a las ciencias naturales y a la tecnología en Ibarra y Olivé (Eds.)

OPAZO, H. (2011). Ética en Investigación. Desde la revisión histórica hacia la formación  para la construcción del sentido ético.  REICE. Revista Iberoamericana sobre  Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 9. (En línea) http://api.ning.com/files/4fxWSXpvAfjjuVm5DoG6R24TvxLVSWp41pQCgtgaGxJttMEKNY02uH7g1ynAQwIgrPzKP4AzHOgE7j2iyP3a7cVLX-Gg0Md/Etica_en_Investigacion_Educativa.pdf. (Fecha de consulta): 17 de junio de 2013.
RIECHMANN, J. (2001). Acerca de la condición humana. (En línea) http://tratarde.files.wordpress.com/2011/10/acerca-de-la-condicic3b3n-humana.pdf (fecha de consulta) 18 de junio de 2013.
SAÑUDO, L. (2006).Ética de la investigación Educativa. I Congreso Latinoamericano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTS+I.
URDANETA, M., SÁNCHEZ, S. y YORI, L. (2009). Ética y valores: un imperativo en la Educación Superior Latinoamericana. Innovación y Gerencia. Revista científica arbitrada. Vol.II. Nro.2., octubre 2009. UJGH, issn 1856-8807

VILLARROYA, A. (2010). Ideología, sistemas de creencias y representaciones sociales.http://www.academia.edu/194640/Ideologias_sistemas_de_creencias_y_representaciones_sociales. Fecha de consulta: 15 de junio de 2012)

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