jueves, 4 de julio de 2013

PROBLEMAS ÉTICOS DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA Leany Romay; Magaly Villalobos; Leonardo Urdaneta


REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“RAFAEL MARÍA BARALT”
VICERRECTORADO ACADÉMICO
PROGRAMA DOCTORADO

 





PROBLEMAS ÉTICOS DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA



Autores:
Lcda. Leany Romay MSc.
Lcda. Magaly Villalobos MSc.
Lcdo. Leonardo Urdaneta MSc.



Maracaibo, junio del 2013.

PROBLEMAS ETICOS DE LA INVESTIGACION EDUCATIVA
ETICOS PROBLEMS OF EDUCATIONAL RESEARCH

Autores:*Leany Romay
**Magaly Villalobos
***Leonardo Urdaneta
Fecha: junio 2013

El presente artículo tiene como propósito analizar los problemas éticos presentes en la investigación educativa, es un estudio hermenéutico que confronta los fundamentos teóricos para analizar las teorías referentes a los problemas y principios éticos de autores como Morin (2006), Código ético del orientador educativo, (1998), entre otros. Siendo esto fundamental para los docentes venezolanos quienes deben contribuir en la gran transformación que experimenta la educación venezolana. Este análisis es de envergadura porque dicta las normas éticas, metodológicas y humanistas con las cuales se implementará la formación del docente y la guía que este brindara a niños, jóvenes y adultos de nuestro país, en los subsistemas que le competen al Ministerio del Poder Popular para la Educación. Del análisis realizado se concluye, que la formación de investigadores educativos debe basarse en la eticidad que son los valores que surgen y permanecen, independientemente de la moral. Se requiere una formación en la que los partícipes asuman la corresponsabilidad en el qué, cómo y para qué investigar, enfocada a transmitir y mostrar las virtudes de la constancia, del orden, de la sistematicidad, de la metodicidad; principios base que se acompañan de un quehacer crítico, dialógico, honesto, honrado y respetuoso.
Palabras clave: ética, principios, educación.
* Participante del doctorado en ciencias de la educación UNERMB, docente de aula E.B. Juan e Maldonado, Coordinadora pedagógica. Teléfono 04265607056.
** Participante del doctorado en ciencias de la educación UNERMB, Profesora por hora  C.D Carlos Urdaneta. Teléfono 04269627202.
*** Participante del doctorado en ciencias de la educación UNERMB, Profesor de deportes.

 



ABSTRACT


ABSTRACT
This article aims to analyze the ethical issues present in educational research, is a hermeneutical study confronts the theoretical foundations for analyzing theories concerning ethical problems and principles of authors like Morin (2006), educational counselor's ethical code, (1998), among others. This being central to Venezuelan teachers who must contribute to the great transformation that Venezuelan education experience. This project is enormous because it dictates the ethical, methodological and humanists which implement teacher training and guidance that this would provide children, youth and adults of our country, the subsystems that competence of the Ministry of Popular Power for Education. The analysis concludes that educational research training should be based on the ethical values ​​that are arising and remain, regardless of morality. Training is required in which the participants assume the responsibility in the what, how and for what to investigate, focusing on transmit and display the virtues of constancy, of order, of the systematic nature of the methodical; accompanying basic principles of a task critical dialogue, honest, honest and respectful.
“… EN LO DE VIVIR BIEN,
LA SABIDURIA O EL
EJEMPLO DE LOS DEMÁS
PUEDEN AYUDARNOS,
PERO NO SUSTITUIRNOS…”

Keywords: ethics, principles, education.

Introducción


    En un mundo donde la globalización cobra cada vez mayor fuerza se hace necesario la preparación de un individuo que pueda recibir cualquier información y procesarla de manera consciente sin que esto afecte en nada  su desarrollo. Por eso es vital la formación de un profesional en la docencia con cualidades positivas en su personalidad para enfrentar todos los fenómenos que suceden a su alrededor.
    A continuación se ofrecerá un análisis  crítico de los distintos enfoques y posiciones que asume la ética en la investigación educativa. Es importante acotar que indagar es una característica propia del ser humano, explicarse el porqué de los hechos o fenómenos. Por lo cual la actividad innata del hombre es la investigación;  pero ésta debe estar acompañada de una ética y valores. En ese sentido, para llevar la ética en la investigación, sería importante tener una actitud no sólo correcta sino crítica y social, la cual se debe seguir para obtener un verdadero trabajo profesional de investigación.
     La ética concierne a todos, en la medida que todo el mundo se enfrenta con situaciones que implican toma de decisiones.  En este sentido se realizara una reflexión sobre las normas que los investigadores deben respetar para que sus actos o los resultados de los mismos, sean éticamente correctos, evitando situaciones que pueden generar conflicto y restar autenticidad al producto del investigador.
    Por lo que es necesario reflexionar profundamente sobre las repercusiones morales y sociales para no perder la orientación; por lo tanto el investigador tiene la responsabilidad de generar conocimientos, la autonomía del conocimiento dependerá de determinadas condiciones culturales y sociales. No obstante se concibe el conocimiento como orientado hacia la construcción de la comprensión humana y no como una mera abstracción o aportación de elementos axiológicamente neutrales para la construcción del campo de la educación.
    El investigador debe desarrollar al mismo tiempo un pensamiento lógico, crítico y analítico, la voluntad de trabajar a favor de la formación desde una postura axiológica. En función de esto la investigación educativa conlleva  a la transformación profunda de las prácticas educativas conservando la libertad humana para todos los involucrados en los procesos de investigación, partiendo del respeto, la igualdad mínima compartida, reconociendo a los demás como personas libres y con una dignidad propia.
     Basados en el planteamiento anterior, se mencionaran algunos vicios éticos presentes en la investigación educativa tales como la deshonestidad intelectual,  cuyas manifestaciones radican en el vicio clásico del plagio, la confusión de voces entre autores reseñados y análisis propios del autor, así como la apropiación de marcos conceptuales sin conceder crédito alguno, finalmente se hará una breve reseña de los principios y problemas a los cuales se enfrenta la investigación educativa.

FUNDAMENTACION TEORICA
     Ética
     La ética es el ideal de la conducta humana, orientando sobre lo que es bueno, correcto y se consolida cuando se internalizan las normas sin que exista presión exógena para su cumplimiento. La ética de un profesional se gesta desde la formación del mismo, por ello el docente debe actuar en esta etapa, para realizar esta labor tiene que conocer de ética y cómo debe ser su comportamiento como docente.
    Antes de comenzar a reflexionar sobre la ética de la investigación educativa, empezaremos revisando algunas teorías, considerándola como la obligación de evidenciar una conducta correcta. Al respecto, Guédez (2002), señala que “la ética está presente en cada una de las conductas del ser humano” (p.51). Así pues, desde el punto de vista de la investigación, un acto ético es el que se ejerce responsablemente, evitando el perjuicio a personas.
     Del mismo modo la ética puede definirse según Rodríguez (2007), como: “ese conjunto de principios y normas morales que regulan las actividades humanas de acuerdo con la recta razón, de tal manera que es la primera entre todas las ciencias prácticas” (p. 2). Igualmente  la ética se entiende como la ciencia cuyo objeto de estudio es la moral y la acción humana, además, es un saber de integración que apunta principalmente a la obtención de logros fundados en acuerdos que generan responsabilidades (Martin, 2002), la ética nos enseña cómo comportarnos de una manera correcta ante otras personas así como en la sociedad donde nos desarrollamos, la ética juzga el comportamiento que el ser humano realiza de una manera consciente.
     En función de lo antes mencionado la investigación educativa se refiere a un proceso dirigido a ampliar la gama de conocimientos que se posee, lo cual incluye la resolución de interrogantes existentes en dicho conocimiento y que no pueden ser resueltas con los conocimientos previos del investigador. La ética en la investigación se relaciona con cumplir con nuestro trabajo como profesionales, siguiendo de este modo con los principios que demanda nuestro rol. En armonía a lo mencionado es necesario evidenciar honradez, amor a la verdad, modestia y la ciencia al servicio del hombre, para dar un gran paso al establecimiento  de un código de ética en la investigación educativa.
    Según González (1997), afirma que "la ética de un profesional no se adquiere en la práctica de la profesión, sino que se gesta desde la formación profesional"(p.98), y es aquí donde los docentes debemos actuar. Para realizar favorablemente esta labor tenemos que conocer qué es la ética y cómo debe ser nuestro comportamiento. Para ello, se realizó una breve revisión sobre ética y códigos de éticas, con la finalidad de actualizar en los docentes los principios y valores, de manera que puedan proyectarlos a sus estudiantes y rijan su comportamiento profesional (Código ético del orientador educativo, 1998).
    La ética descubre valores en todos los actos humanos. Los valores están en los seres humanos y se solidifican o modifican dentro de las instituciones; la primera institución es la familia, por ello quien no la tiene o no se reconoce en familia, quien se formó dentro de un grupo de personas consanguíneas o no, sin que se hayan generado nexos afectivos y los compromisos propios de la sociedad familiar, difícilmente tendrá valores sólidos (Restrepo, 2001).
    La ética puede tener carácter normativo, es decir, analiza las normas de comportamiento sin implantarlas, porque no es coercitiva, dice lo que deberá hacerse pero a nadie obliga, ya que cada quien es libre de acatar las normas y de afrontar ante su grupo las consecuencias. Toda norma está regulada por el valor que da el hombre a las cosas, y los valores pueden ser religiosos, filosóficos, políticos o sociales. "Vivir conforme a las normas es vivir moralmente" (Restrepo, 2001). La norma es la condición necesaria para que se logre algo, es una orientación para proceder moralmente, es la expresión operativa de los principios, y ambos proceden de los valores; la moralidad es el ejercicio existencial con apego a ciertas normas.
    Todo ser humano en referencia a lo social y consciente es moral, se puede tener una moral distinta, contraria o excluyente de toda moral conocida, pero no se puede dejar de tener una moral. El hecho de clasificar un acto como bueno, conveniente o perjudicial, implica su observación bajo una perspectiva moral y ello está presente tanto en las relaciones interpersonales, como grupales, en el ejercicio profesional y en cada uno de los actos individuales.
Principios éticos

Dentro de la investigación educativa la ética viene a ser de gran utilidad práctica para el establecimiento de normas que deben ser entendidas, empleadas por los actores que se comprometen a desarrollar una investigación. Desde la perspectiva educativa la ética de la investigación hay que plantearla como un subconjunto dentro de la moral general aunque aplicada a problemas mucho más restringidos que la moral general, puesto que nos estaríamos refiriendo a un aspecto de la ética profesional, es aquí donde se debe brindar confiabilidad de fuentes hasta haber realizado dichas investigaciones.

Debemos advertir que disponemos de una gran cantidad de principios éticos, fruto de la experiencia y de la reflexión, que facilitan enormemente la toma de decisiones morales. Existe una distinción esencial entre la regla y el principio: la regla es inmutable, se aplica sin excepciones, y no se enriquece con sus sucesivas aplicaciones. El principio en cambio es fruto de la evolución cultural, toma en cuenta los casos particulares, y se enriquece con cada aplicación a materiales nuevos. Los principios son una especie de resúmenes de vivencias y crisis personales de mucha gente a lo largo de mucho tiempo y en muy variados ambientes.
Vicios éticos en la investigación y formación
    El ejercicio de una profesión demanda en todos los casos el respeto a ciertos principios éticos en los que se ha plasmado un “deber ser” (norma) de lo que la sociedad, los colegas, la disciplina o el campo de conocimiento han establecido en forma consensuada como tales. Todos los profesionales cuentan con un juramento ético alusivo a su desempeño. No en todos los casos se cuenta con una declaración explícita de los principios a respetar en el ejercicio de una profesión, pero siempre hay un “saber” que se va transmitiendo acerca de lo que se consideraría ético hacer o no en el desempeño de dicha profesión, tal es el caso de la investigación educativa.

     Sin embargo se observan algunos vicios éticos o lo que suele ser reconocido como violación a la norma que demandan ser reorientadas con base en principios de carácter ético. Entre los vicios éticos de la enseñanza y la investigación en la educación, podemos reconocer: la deshonestidad intelectual, una de cuyas manifestaciones radica en el vicio clásico del plagio, la confusión de voces entre autores reseñados y análisis propios del autor, también la apropiación de teorías sin conceder crédito alguno. En algunos casos se observa manipulación de resultados en trabajos de grado, se inventan las hipótesis planteadas.

    La Educación debe estar comprometida con unos valores éticos; es una afirmación difícilmente discutible. La educación es necesariamente normativa. Su función no es solo transmitir conocimientos, sino integrar en una cultura que tiene distintas dimensiones: una lengua, unas tradiciones, unas creencias, unas actitudes, unas formas de vida. Todo lo que no puede, ni debe transcurrir al margen de la ética que es sin duda, el momento último y más importante, no de esta o aquella cultura, sino de la cultura humana universal.

En este orden de ideas educar es formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización y promover un mundo comprometido con el proceso moral de las estructuras sociales, a eso, a la formación del carácter, por lo cual es necesario inculcar valores, no todos los valores son éticos, hay valores estéticos, sociales, económicos, políticos, profesionales, pero los valores éticos son sencillamente humanos, para ello la necesidad de la comunicación que  ha llevado al hombre a dar pasos gigantes en la evolución de la información.

En este sentido, Martínez (2002), señala que “El debate sobre la formación en el siglo XXI plantea cuestiones que afectan los conceptos como ciudadanía, ética, moral y valores” (p.156). Es por ello, que el desarrollo de la economía, la ciencia y la tecnología ha alcanzado unos niveles inimaginables, donde los retos que se presentan exigen no solo sujetos bien informados, sino personas y ciudadanos bien formados. Ciertamente la ética persigue asegurar la honestidad con el fin de compaginar la realidad social, además intenta responder a patrones tanto sociales como morales que influyen no sólo en la conducta individual sino también en el comportamiento de la sociedad y la estructura de sus instituciones.

La educación en valores requiere redimensionar la función del docente que debe asumir una responsabilidad en valores internalizada en su propia vivencia personal y de esta manera desempeñar en su actividad un liderazgo moral e intelectual. Toda reforma educacional debe comenzar por el educador, de modo que es preciso fortalecer su propia formación ética, los valores expresados en los principios éticos. Por esta razón, es que existe el convencimiento de que la educación no puede reducirse a la generación de puro conocimiento.


Fraudes o plagios comunes

La falta de ética al publicar ha llevado a cometer diversos tipos de fraude que van desde inventar la información hasta el plagio de la misma, entre otras formas de proceder incorrectamente. Invención. Cuando los autores "fabrican" o inventan la totalidad o parte de los datos de un estudio remitido para publicación, se está cometiendo fraude. Otras formas pueden ser:

Falsificación. Esto ocurre cuando se proporcionan datos o métodos falsos dentro de un estudio. Los datos correctos existen, pero los autores modifican o manipulan los valores a su antojo con el fin de obtener un resultado favorable a la hipótesis del estudio. Plagio. Es la apropiación de ideas o frases de otros artículos, presentándose como trabajo original y sin citar la fuente, constituye otra forma de fraude.

Faltas de ética en el proceso de publicación

Autoría ficticia. Se refiere al hecho de incluir a otras personas que no cumplen con los requisitos para ser autor, dándose el fenómeno conocido como “autoría regalada, honoraria o ficticia”. Este tipo de “autoría” debe ser evitada ya que, al figurar como autor, se adopta responsabilidad pública del contenido del artículo. Comúnmente, el regalo de la coautoría se utiliza para recompensar algún favor, como forma de halagar a un superior, o como derecho arrogado por el jefe del departamento donde se realiza la investigación. También es frecuente el intercambio recíproco de autorías en otros artículos.

Este tipo de fraude se da no sólo mediante la participación directa en éste, sino al consentir alguien en figurar como autor de trabajos que no ha realizado. Publicación duplicada. Consiste en la publicación, en parte o en su totalidad, de un artículo previamente editado en otra revista, o en otros documentos impresos o electrónicos; se realiza por los mismos autores y sin el conocimiento de los redactores de las revistas implicadas.

Problemas éticos respecto a los participantes.
  Según Morin (2005), “el problema ético surge cuando dos deberes antagónicos se imponen” (p.47). En efecto, el profesional actual está siempre desafiado por contradicciones, que se vuelven auténticos dilemas morales, si toma en serio su compromiso social desde la profesión. Como plantea Morin (2005) “Así, como el pensamiento complejo, la ética no escapa del problema de la contradicción. No hay imperativo categórico único en todas las circunstancias” (p.47).

Los problemas éticos para los profesionales empiezan por el abandono de la lectura, del estudio y de la reflexión, haciendo prevalecer sobre ellos los resultados prácticos e inmediatos, olvidando al final del día que la alta cultura es, como dice Carlos Vaz Ferreira, como el curso superior de los ríos, cuyos márgenes pueden ser quizás, infecundas, pero que alimenta el curso inferior, cuya corriente fertiliza naciones enteras. 

El que estudia con la idea de mostrar su saber, de exhibirlo y de demostrarlo no es el que estudia para saber ni necesariamente entender, diferencia fundamental que en la práctica a veces olvidamos.  No podemos permitir que el promedio intelectual de nuestros estudiantes, profesionales, catedráticos, administradores de justicia o de la cosa pública en general, esté sometido a la medida de nuestra incapacidad o del estado de ánimo en el que no procuramos ni ver, ni hablar por nuestra propia cuenta; y para esto el principal remedio es no abandonar el estudio y la reflexión.

Sin duda que uno de los problemas más graves que confronta la educación en nuestro país es la falta de una adecuada capacitación del docente en consonancia con el papel que desempeña en un contexto específico, que lo ayude a comprender su rol y responsabilidad como líder social, investigador y orientador. El maestro es un factor fundamental en el proceso educativo “que ha sido formado de manera tradicional (pragmática), y generalmente permeable a las condiciones negativas de contexto social, con un bajo prestigio y autoestima en la escala social de valoración profesional; a esto se añade un entorno familiar y social empobrecido económica y culturalmente. Su papel fundamental ha sido el de cohesionador social, en la medida que enseña repitiendo esquemas para el mantenimiento de un orden social” (Parada, 2001: 11).

Dentro de la investigación educativa la ética viene a ser de gran utilidad práctica para el establecimiento de normas que deben ser entendidas, empleadas por los actores que se comprometen a desarrollar una investigación educativa. Desde la perspectiva educativa la ética de la investigación hay que plantearla como un subconjunto dentro de la moral general aunque aplicada a problemas mucho más restringidos que la moral general, puesto que nos estaríamos refiriendo a un aspecto de la ética profesional, es aquí donde se debe brindar confiabilidad de fuentes hasta haber realizado dichas investigaciones.

Código ético
    Un código deontológico, en cuanto a criterio ético, es estrictamente necesario para el buen desempeño de la profesión docente, no sólo para hacer uso de él en situaciones extremas, sino para reflexionar a través de él en aquellas situaciones diarias en las que se pueden lesionar o infravalorar los derechos humanos (Código deontológico de la enfermera española, 2004).
La ética crítica, cuestiona los códigos porque estos implican supeditarse a normas inamovibles que suelen desfasarse de su contexto; la ética no da reglas de conducta, ni inventa códigos morales, pero es necesario organizar un conjunto de valores con criterio de flexibilidad de acuerdo a las necesidades que surjan de la relación individuo contexto.
Los códigos de éticas son instrumentos para orientar los actos humanos y para lograr la realización de cada sujeto; responden a intereses, fines, necesidades, aspiraciones, sentimientos y valores muy concretos, siendo el producto de una reflexión para la acción,  no para la contemplación estática y mezquina (Mendoza, 1994). Su propósito es proporcionar principios generales, que sirvan como regla de decisión para cubrir la mayoría de las situaciones a las que se enfrentan los docentes (Gibson, 1990).
     La educación integral debe integrar metas, fines y propósitos educativos dirigidos al perfeccionamiento humano (Huaquin, 2002). Cada individuo tiene su propio patrón de valores, por esto se hace imperativo que cada quien compatibilice sus valores individuales, la educación ha de ser un proceso activo y contextualizado, el docente en su quehacer educativo debe propiciar en sus estudiantes la capacidad para elaborar un pensamiento que les permita guiar sus acciones, es decir, que pueden pensar por sí mismos y actuar en consecuencia: “la presunción de que el niño es incapaz de una conducta razonable, guiada por principios, anula la posibilidad de tratarlo como un ser moral y, por tanto, destruye la posibilidad de que este tratamiento sea moral y educativo” (Lipman 1990: 262).
    Pero la educación en Venezuela se basa en valores y requiere de las habilidades del pensamiento crítico, tanto de los niños como de los maestros, para no correr el riesgo de adoctrinar en lugar de educar. En este sentido afirma Lipman (1990: 145): “Cuando consideramos la ética en el contexto de la filosofía para niños, debemos verla interesada no en inculcar reglas morales sustantivas o determinados principios morales, sino en familiarizar al estudiante con la práctica de la investigación moral”. Todo ello podríamos decir no contradice las pretensiones de la actual Reforma Educativa, antes bien está de acuerdo con ella.
     El Currículo Básico Nacional indica como formar un alumno crítico y reflexivo, la producción de ideas significativas, la implicación de los estudiantes en el diálogo que los reta a pensar y producir ideas, el profesor como facilitador cuya tarea es estimular a los niños a que razonen y participen de las discusiones en clase, con amor por la vida, la paz y la libertad; formar un niño creativo, espontáneo, sensible, curioso e imaginativo, participativo y con habilidades comunicativas.
    El problema de fondo a dilucidarse está en construir, mediante el ejercicio ético, un ámbito educativo crítico, solidario y creativo, que contribuya a la formación de ciudadanos, educados, entrenados para la actuación democrática y responsable. Otra consideración final digna de mencionarse es que desde el ámbito educativo debe auspiciarse la idea de volver a la condición humana, lo cual significa replantearse problemas cruciales como aprender a ser, vivir, compartir, y además no solamente ser –o asumirse- de una cultura sino también ser habitantes de la Tierra. En términos de Morín (2000: 81), “debemos dedicarnos no sólo a dominar sino a condicionar, mejorar, comprender.
Problemas especiales en la investigación
     El investigador se ve sometido con  frecuencia a tensiones provenientes de  diversos intereses. Por un lado está su  propia motivación para realizar investigaciones exitosas que generen respeto o prestigio. Por otro lado, las instituciones, presionan a los investigadores para que publiquen con regularidad y que busquen fuentes de subvención y de contratos para recaudar dinero. Estas presiones pueden generar conflictos de intereses que sufrirá la ética de la investigación.
Para prever las consecuencias negativas de los conflictos de intereses, es buena estrategia formar adecuadamente a los investigadores, supervisar su labor y promover en otros medios la prioridad ética. Algunos problemas éticos están relacionados no directamente con los participantes sino con la comunidad de investigadores. Se refieren, por ejemplo, a la mentira, a la falsificación y al plagio, muy relacionados con los conflictos de intereses apuntados. Otros problemas de naturaleza ética son: la repetición de publicaciones o su fragmentación innecesaria, las irregularidades en la autoría (autores son todos los que han concebido y diseñado la investigación, quienes han analizado los datos, quienes hacen el borrador del artículo, una revisión crítica importante o  quienes aprueban la versión definitiva).
     Pero, la primera premisa para considerar ética una investigación es su propia calidad, es decir, su validez científica. A la hora de decidir esta, los dos aspectos más importantes son la relevancia de los objetivos perseguidos y la metodología empleada para alcanzarlos. La consecución de la verdad y sus aplicaciones varias no solo se juzgan éticamente por las buenas o malas intenciones de los científicos, sino prioritariamente por el fin objetivo de esa acción investigadora, en relación con el desarrollo y respeto de la naturaleza humana.
La búsqueda de la verdad o la consecución de un logro tecnológico no pueden suponer el sacrificio o disminución del hombre, ni tampoco un atentado a alguno de los bienes que le perfeccionan. De manera que el investigador debe garantizar la utilidad y aplicabilidad del estudio. Según Barrio y Lorda (2005), en su artículo Problemas éticos de la investigación educativa”, afirman que las revistas científicas poseen estudios  inútiles que reflejan únicamente el fortalecimiento del currículo del investigador, por ello, quien investiga debe hacerlo con honestidad y para un futuro mejor. 
De este modo, al momento de realizar una investigación educativa, se debe asumir un compromiso en la búsqueda del beneficio del individuo o de  la comunidad afectada. En este sentido, para comprender mejor el saber ético, a continuación se describen algunos aspectos claves que pueden aportar  valor, relevancia y veracidad al acontecer investigativo. Entre ellos se puede mencionar: el valor del compromiso ya mencionado previamente, el respeto, la pertinencia, entre otros.
    También  un investigador debe estar claro en el respeto que merecen los protagonistas del hecho investigativo. Barrio y Lorda (2005), consideran que debe existir una relación humana y para ello se requiere una alta dosis de confianza y un grado elevado de implicación emocional, especialmente, en los estudios cualitativos, los cuales requieren de ponerse en el lugar del informante clave cuyo interés está por encima del interés del investigador. 
    Asimismo, se debe tener clara la pertinencia del aporte de los involucrados para trabajar de forma mancomunada en función del alcance de los objetivos planteados. Habermas, en su escrito sobre “la ética del discurso”, citado por Moreno (2007), contempla  que existen ciertas reglas para considerar  los intereses de todos los afectados y partícipes del procedimiento discursivo, con la finalidad de tomar el mejor testimonio de la mano de sus protagonistas. Éstos son: autonomía (para expresar libremente aquellos argumentos que representan sus intereses),   simetría (valor de sus posturas).
     Se trata del argumento que mejor representa los intereses de todo el colectivo, es decir nuevas y futuras argumentaciones que pueden criticar y mejorar el argumento considerado como el más válido de todos. Como se puede apreciar  la ética del discurso es parte fundamental del proceso investigativo, puesto que a través de la dialéctica y el respeto,  se puede llegar al logro de la libre expresión de los sujetos estudiados, para propiciar, de este modo, las razones  válidas que conducen al logro de los objetivos propuestos y a la construcción de un nuevo conocimiento.
    En resumen, el saber ético está enmarcado en la vivencia misma de los involucrados en el contexto donde la investigación toma lugar. Al respecto, Cortina (s/f) concibe una ética de  máximos, la cual consiste en “éticas conciliatorias, que invitan o dan consejos desde la experiencia vivida en primera persona o desde la experiencia heredada de quienes merecen confianza. Por eso en ellas son importantes las aportaciones científicas con la ayuda de autoridades morales, es decir, de gentes a las que se cree porque se confía en su saber y hacer.” Tal saber y hacer representan elementos relevantes que pueden aportar la solución precisa a un problema latente o, al menos, aportar un granito de arena para indagar sobre una realidad que  haya sido poco explorada.
Conclusiones
En conclusión, la ética en la investigación educativa debe estar enmarcada en la actividad investigativa, puesto que sin el respeto, la responsabilidad y el compromiso  la investigación no tendría sentido o sería poco significativa. El óptimo desempeño de las funciones profesionales, prevé altas exigencias a la eficiencia de cada especialista. Sin embargo, es necesario conjugar el profesionalismo con la comprensión a fondo de la responsabilidad adquirida y la obligación de cumplir con el deber profesional dentro del marco de un compromiso social.
En este orden de ideas, se analizaron  principios que generen confianza y privacidad en el investigador, en cuanto al conocimiento se debe asumir como construcciones sociales contienen un indisociable compromiso ético, tanto para quien lo produce, como quien lo expresa y difunde. Por lo que es necesario reflexionar profundamente sobre las repercusiones morales y sociales para no perder la orientación de que la ciencia es un medio no un fin; sin privilegiar los beneficios inmediatos sobre el bienestar de la humanidad. Significar la investigación en función de las repercusiones, el beneficio al sujeto y la sociedad.  Por lo tanto el investigador tiene la responsabilidad de generar conocimientos, la autonomía del conocimiento dependerá de determinadas condiciones culturales y sociales.
Las fallas éticas y el menosprecio de los valores, influyen negativamente tanto en la calidad del trabajo  como en el estatus de su grupo profesional. Siendo una obligación del investigador educativo,  prestar sus servicios a personas o grupos, el profesional de la educación debe caracterizarse por poseer un comportamiento digno, responsable, honorable, trascendente y comprometido. Educar representa por sí solo un acto de moralidad, es decir, se debe trabajar en beneficio de los educandos así como a favor de su desarrollo integral, independientemente de los intereses y creencias personales. Por lo tanto, el docente debe actuar con una ética impecable.
Uno de los principios éticos  del docente consiste en convocar a sus educandos hacia un proyecto de incidencia social a través de un liderazgo colaborativo que incorpore las iniciativas y necesidades de los propios educandos, en beneficio tanto de ellos como de su comunidad. El docente debe realizar su trabajo respetando en todo momento el valor y la dignidad inherente a cada ser humano. Todos los actos que realice el docente deberán manifestar su compromiso con la incorporación de los individuos al movimiento social y a la producción de la cultura universal.
Los principios del docente pone de manifiesto el valor que posee cada persona y su entorno social, así como la afirmación de los elementos que han de prevalecer en las relaciones humanas, con el fin de mantener un alto nivel ético propuesto a los docentes en el ejercicio profesional y orientar su conducta en las relaciones con educandos, colegas, instituciones y comunidad.
    Se analizaron diversas teorías referentes a la ética y el fraude o plagio científico en la producción de publicaciones. Primeramente se reitera, sin ninguna duda, que autor es aquel que concibió y desarrolló el trabajo, planteó sus objetivos, ejecutó la metodología a seguir, el análisis estadístico de los datos y de manera crítica, revisa la versión final del artículo. Es, en resumen, quien funge –o debe fungir- como líder del mismo.
    Una persona referida como autor debe estar cualificada para ello. Deben ser autores aquellos que participan, se involucran y trabajan sobre las hipótesis que serán probadas, en el análisis crítico de los resultados, en el diseño de la investigación, en la elaboración de una nueva metodología de análisis o de laboratorio o quien realice un importante modificación de métodos, técnicas de diagnóstico y quienes se involucraron en la redacción de la primera versión o revisión crítica importante del manuscrito y sobre todo, que tengan capacidad de justificar intelectualmente las conclusiones y discusión de los resultados.
    Varias organizaciones internacionales han definido en forma muy clara el concepto de autoría: "El reconocimiento de autoría deberá basarse únicamente en contribuciones sustanciales en cuanto a los siguientes aspectos: 1) Concepción y diseño, o análisis e interpretación de datos. 2) Redacción o elaboración del borrador del artículo, o revisión crítica del contenido intelectual relevante. 3) Revisión y Visto bueno definitivo de la versión a publicar.
No obstante se concibe el conocimiento como orientado hacia la construcción de la comprensión humana y no como una mera abstracción o aportación de elementos axiológicamente neutrales para la construcción del campo de la educación. Desarrolla al mismo tiempo que el pensamiento lógico, crítico y analítico, la voluntad de trabajar a favor de la formación desde una postura axiológica.

En función de esto la investigación educativa conlleva  a la transformación profunda de las prácticas educativas conservando la libertad humana para todos los involucrados en los procesos de investigación. Partir del respeto y la igualdad mínima compartida, reconociendo a los demás como personas libres y con una dignidad propia.
Referencias  Bibliográfica
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